Líder del partido Libre de Honduras, vinculada a periodistas de no muy buena reputación, cultivadora de café en zonas de la Reserva La Tigra y metida en una telenovela amorosa entre su esposo y ex esposo, la política Tatiana Lara tiene entre ceja y ceja que la única manera de poder apropiarse de la Reserva la Tigra es quitando a la Fundación Amitigra.
Las asociaciones de Lara la han llevado a vincularse con periodistas como Dolores Valenzuela, políticos como Jorge Calix exdiputado de Libre y con pretensiones presidenciales y grupos que tienen intereses no muy claros ni legales.
Pagando periodistas, atacando a la fundación sin desaprovechar oportunidad, y moviéndose en el ámbito político, Tatiana Lara se ha dado a la tarea de armar una campaña de desprestigio a la Fundación Mitigra. Es evidente que los intereses de Lara van mas allá del tema político y que se fijan como norte el apoderamiento de la zona y la toma de mando de la tigra para facilitar operaciones que hasta hoy se avizoran como no muy legales.
Por último, es importante acotar que, la importancia de la Reserva la tigra está en ser una de las zonas protegidas que representa ser el pulmón para la región y que bajo la gestión de la fundación Amitigra se ha logrado sostener. Pero también es importante entender que esta gran zona es de interés empresarial, político y de otros tipos de negocios que no priorizan el cuidado ambiental.
La fundación Amitigra tiene claro que su principal dolor de cabeza y causa de sus problemas y presiones vienen de sectores de poder representados por Lara. Adentro de la misma Fundación, existe el temor de denuncia y mantiene reserva sobre tema.
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